Cabeza de guerrero, de indudable factura castrexa (datada en el siglo I d. C.), realizada en granito, con unas dimensiones de 30 x 30 x 20 cm y cuidada ejecución en la que el artista procura reflejar todos los elementos anatómicos. Los ojos son grandes y de forma almendrada, pero sin señalar las pupilas; la nariz es prominente y ancha en su base. Los labios, apenas perfilados, parecen dibujar un rictus melancólico. El cabello, indicado en la parte posterior por medio de un ligero reborde en la zona occipital -detalle que algunos autores interpretan como un casco- deja a la vista unas orejas bien definidas y anatómicamente convincentes. Su cuello está adornado con un torques, que aparece roto en la parte delantera. Estas características le proporcionan un carácter individual, casi de retrato, que lo personaliza y diferencia de otras cabezas de guerreros.
Esta cabeza se reutilizó como remate de una fuente en el lugar de Rubiás, Bande, de donde fue recogida en 1935, tras una visita de los miembros de la Comisión de Monumentos a este fructífero yacimiento galaico-romano del sur de Ourense. Tradicionalmente, aunque con muchas reservas por parte de algunos investigadores que señalan la probable existencia de otras estatuas de guerreros castreños por la zona, se cree que es la cabeza de una escultura que llevaría en su escudo la inscripción Adrono Veroti. F., según información proporcionada inicialmente por Mauro Castellá Ferrer en 1609 y que la sitúa en Rubiás. Esta cabeza constituye un ejemplo singular de la plástica castreña y resulta especialmente atractiva por sus formas y rotundidad expresiva.
Máis Información: Pieza del Mes de noviembre de 2006