Esta pieza, junto a otro modillón y un capitel, donadas al Museo por José A. Queralt, procede del desaparecido monasterio de Vilanova dos Infantes, fundado por Ilduara, madre de San Rosendo, entorno a los años 930-940. El estilo de la fábrica corresponde a las fórmulas arquitectónicas del siglo X. En esta época, la reforma monástica llevada a cabo por San Rosendo y la política de repoblación iniciada por Afonso III darán lugar al nacimiento de una nueva arquitectura. Definida por Gómez Moreno como arte mozárabe, sería realizada por una minoría cristiana que, formada en la tradición musulmana, escapara al norte tras la primera persecución cordobesa. En la actualidad, este arte se considera integrador, lo que se manifiesta en la pervivencia de un pasado hispanogodo, de tradición visigoda e incluso hispanorromana. En el siglo XVI, tras ser abandonado el monasterio, la iglesia pasa a ser parroquial hasta la construcción de la actual en 1614, siendo vendidas sus piedras en pública subasta en el año 1893.
Los dos modillones, destinados a sostener el alero de la cubierta, eran piezas de considerable vuelo. Este que presentamos, se decora con ocho lóbulos escalonados en los que se alternan ruedas helicoidales de cinco rayos curvos (excepto el rollo mayor que presenta seis rayos) en sentido siniestro y rosetas de seis pétalos.