Mortero. Conjunto arqueológico-natural de Santomé
En la campaña de excavación de 1983 dirigida por Xulio Rodríguez González en el Conjunto arqueológico-natural de Santomé se hallaron cuatro fragmentos que unían, correspondientes a un mortero. La pieza, con número de inventario CE005227/75, fue reintegrada en 1994 por Carlos Pazos González, bajo la dirección de Carmelo Fernández, reconstruyéndola a partir de los fragmentos de borde conservados, que constituyen la décima parte del total del cuenco original. Se trata de un recipiente de producción local, perteneciente a la época Bajo Imperial, que se empleaba como elemento auxiliar en la cocina romana destinado fundamentalmente a macerar cereales, a triturar alimentos y a elaborar salsas líquidas o semilíquidas.
El estudio de la cerámica común romana –de cocina, almacenamiento y mesa– aporta valiosa información sobre las costumbres en el ámbito doméstico, así como de aspectos de carácter económico y comercial. El empleo de los morteros es síntoma evidente de la adopción de hábitos alimentarios innovadores en la sociedad indígena.