Con el objetivo de ahondar en el conocimiento de este importante yacimiento, en los últimos dos meses Santomé conoció una nueva intervención arqueológica, en este caso centrada en la ladera del castro en su sector sureste, dejando excavada una superficie de 475 m2 en la que queda integrada una zanja de sondaje ya efectuada en 1990. Esta intervención no solo va a permitir comprender mejor la etapa castrexa, sino que también amplía el área para visita.
El área excavada presenta una gran complejidad a nivel de estructuras -teniendo en cuenta las numerosas superposiciones documentadas y que la mayoría de las estancias se vieron afectadas por los deslizamentos propios de una ladera con pendiente pronunciada- al tiempo que una rica cultura material que contribuye a enriquecer el ya conocido dinamismo que Santomé presenta en el marco de la romanización del noroeste peninsular.