Noche trágica
«La pérdida que hoy llora nuestro pueblo es la de las que ni se borra ni se extinguen». Las palabras en la prensa de Blanca Calvo resumían el sentimiento de la sociedad ourensana ante la catástrofe. En la madrugada de 8 de diciembre de 1927 una inmensa hoguera destruía gran parte del Centro Provincial de Instrucción (hoy Instituto Otero Pedrayo).
Acogía este edificio el Instituto, la Escuela de Magisterio, la Escuela de Artes y Oficios, el Museo de la Comisión de Monumentos y la Biblioteca Provincial. Era un auténtico centro de la cultura, con una modélica gestión del espacio y gabinetes para todas las ciencias.
Desaparecieron entre el fuego códices, manuscritos, tombos, incunables y ediciones preciosas de obras de arte. Cerca de 30 000 volúmenes. Gran parte de los libros reunidos en la Biblioteca procedían de los monasterios de Oseira, Santo Estevo de Ribas de Sil, Celanova, Melón, Montederramo y del Convento de San Francisco de Ourense.
La intervención valiente de algunas personas logró poner a salvo algunos objetos: Pérez Colemán, Rodríguez Bouzo, Otero Pedrayo y el secretario del Instituto resguardaron la documentación del Instituto y los cuadros. Alumnos, obreros y soldados del batallón lograron salvar los instrumentos y mobiliario de Física e Historia Natural. Modesto Vázquez, oficial de secretaría de la Escuela de Magisterio salvaguardó los expedientes del alumnado. Del Museo fueron rescatados numerosos objetos por Domínguez Fontela, Perille, Mancisidor, Rubín, Guitián Fábrega y Feijóo, pero se perdió todo el archivo de la Institución y muchas piezas resultaron dañadas.
A las 24 horas del incendio se recibía el primer libro en donación para la reconstrucción de la Biblioteca, fin para lo que se organizó eficazmente la sociedad en una Junta pro-Biblioteca. El edificio fue rápidamente restaurado. La Escuela de Magisterio y la de Artes y Oficios tuvieron otros locales disponibles. Por contra, el Museo, con sus fondos almacenados en bajos en el mejor de los casos, necesitó dos décadas para encontrar una nueva sede.