Este anillo se encontró en 1979, en las inmediaciones de la iglesia de Santiago de Allariz con motivo de unas obras de remodelación de la Plaza Mayor. Datado en el siglo II, está realizado en bronce, tiene un diámetro de 2,1 cm y está decorado con un gallo mirando a la derecha, inscrito en un círculo de puntos.
Los anillos tienen su origen en el mundo griego y etrusco y tienen múltiples y variados significados, según la época y el uso dado por su poseedor. Se usaban, igual que en la actualidad, con fines estéticos, marcando el rango socioeconómico y jurídico de su portador y, más allá del mero adorno, con un carácter mágico-religioso. Los ejemplares más antiguos, enteramente de metal, hierro, bronce, oro, etc, carecen de piedras engastadas, que serán impuestas por la moda posterior. Cabe destacar la gran variedad de motivos decorativos en su adorno, en este caso centrado en la figura de un gallo, ave investida de un fuerte simbolismo como se hace patente en diferentes ámbitos culturales.
Este anillo es una prueba más de la penetración de la cultura romana en estas tierras de la Galicia interior, al tiempo que pone de manifiesto que en la reconstrucción del proceso histórico, hay que tener en cuenta no solo la información que nos proporcionan las fuentes literarias y las ruinas de grandes yacimientos, sino también estos pequeños objetos de la vida cotidiana, que los habitantes de estos lugares usaban como adorno personal.
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