Amuleto de bronce representando una higa, con el consabido gesto del dedo pulgar de la mano derecha introducido entre el índice y el corazón, simbolizando la unión de ambos sexos. Seguramente formaría parte de un amuleto más complejo en el que se combinaría la higa y un falo. La unión de ambos signos apotropaicos refuerza el sentido de obligar a la mirada fascinadora a alejarse, ante la visión del gesto impúdico. Su fabricación en bronce, en el mundo romano, ahonda en las virtudes filactéricas de los metales y en el carácter enigmático de la ciencia de los herreros, fabricantes de los amuletos. En épocas posteriores, su extensión a otros materiales como el azabache, redunda en el doble valor del amuleto, por la forma simbólica y por el material en que están realizados. Los amuletos son objetos de carácter mágico a los que se les atribuyen poderes protectores.
Esta higa, procedente del Conjunto Arqueológico-Natural de Santomé, apareció en la campaña de 1987 sobre la calle empedrada que da acceso y comunica el poblado de la parte inferior con el castro, en un contexto de la segunda mitad del sigloI d. C., asociada a la cerámica de paredes finas, Terra Sigillata Sudgálica y diferentes tipos de lucernas.
Esta pieza formó parte recientemente de la exposición “Santomé. Conjunto Arqueolóxico Natural” organizada por el Museo Arqueológico en la sala de exposiciones temporales de Afundación.
Más información sobre esta higa en la Pieza del mes de abril de 2008