En septiembre de 1996 Xavier Perdiz realiza una llamada urgente al Museo alertando sobre un posible descubrimiento en A praia da Rola, a orillas del embalse de As Conchas en Muíños. Un coche todoterreno hundiera una piedra y por debajo de ella se apreciaba lo que parecía ser una cerámica. Francisco Fariña, en aquel momento director del Museo, se acerca al lugar en su compañía y la de Rubén Perdiz y Xurxo Gamallo, identificando una cista, formada por cinco losas, pequeñas e irregulares, cubiertas parcialmente por otras dos horizontales, vencidas por el peso de la rueda del coche. El ajuar cerámico hallado en su interior correspondía a un enterramiento individual, muy semejante a los otros ejemplos de cistas del primer Bronce en Galicia. Además, la presencia de restos óseos calcinados indicaba un ritual de cremación previo, también atribuíble al horizonte del Bronce inicial, con una cronología que debemos situar entre los años 1900-1500 a. C. , y que responde a una de las formas de los diversos rituales de enterramiento que con su amplia variabilidad, según la opinión de Cuevillas, define uno de los rasgos peculiares de esa etapa en Galicia y en el NW Peninsular, con vínculos y relaciones con fenómenos coetáneos de otros finisterres atlánticos.
Esta pieza cerámica del ajuar es una jarra con perfil en S, cuerpo globular y asa de cinta que sale de la panza (donde se insertó mediante botón clavado en la pared, punto por el que se rompió) y llega al borde, con un tipo semejante al que es fácil ver en algunas piezas de las cistas de A Pedrosa y de otros yacimientos gallegos.
Más información en la Pieza del mes de junio de 2001