El término “phalera”, de origen griego, fue usado por los romanos para designar cosas diferentes, aunque vinculadas entre sí, en tanto en cuanto sirve para definir objetos metálicos ornamentales relacionados con el ejército. Se trata pues de un vocablo polivalente, que hace referencia al disco metálico decorado con diferentes motivos y ornamentaciones iconográficas, del que se pueden sintetizar dos funciones básicas. Una de ellas formando parte de las guarniciones de los caballos, bien como simples objetos decorativos pendiendo de las guarniciones, o sirviendo como piezas de unión de las correas que forman los arreos. Otra de sus funciones era la de servir como condecoraciones militares. Tampoco debemos olvidar que el nombre también se le aplicó a una joya femenina, que por llevarse colgada del cuello, recordaba el aspecto de las phalerae.
En concreto, la utilidad de la pieza que nos ocupa parece estar relacionada con el complejo mundo de las condecoraciones militares, “dona militaria”.
Las “phalerae” aparecen mencionadas en muchas inscripciones, y decorando monumentos funerarios, junto a otras condecoraciones como las coronas y los brazaletes. Sin embargo, aun no fue posible determinar con exactitud el rango que ocupaban entre el resto de las condecoraciones, ni en qué circunstancias concretas se concedían. No obstante, parece admitido que les eran otorgadas a los simples soldados y a otros militares hasta el grado de centurión.
Ésta fue encontrada en la Cidá do Castro de San Millán en Cualedro. Se trata de una placa cuadrangular de bronce, con cuatro argollas circulares en los ángulos, unidaentre sí mediante cuatro pares de arquitos en forma de herradura, que servían para pasar las correas. En la parte central, el disco toma forma antropomórfica, decorado con un mascarón femenino en rígida disposición frontal, de rasgos esquemáticos, con un peinado de grandes ondas longitudinales y tocado por un velo.
Más información en la Pieza del mes de octubre de 2000