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Biblioteca del museo. Edificio Santa Mª de Europa (A Carballeira)

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Pieza del día: Unguentarium de cuerpo periforme

Pieza del día: Unguentarium de cuerpo periforme

#aculturasegue

Del conjunto arqueológico-natural de Santomé proceden trece fragmentos de vidrio verde azulado correspondientes a un ungüentario de tamaño grande -tipo frasco o redoma- con borde aplanado, cuello cilíndrico y cuerpo periforme, si bien su aspecto actual es resultado de la restitución formal derivada tanto del pegado de los ya citados fragmentos conservados cómo de la reintegración de las lagunas existentes con poliéster.

En el mundo romano los hombres y mujeres dedicaban una parte importante de su tiempo al cuidado del cuerpo, donde genéricamente debemos incluir el aseo, la cosmética y la medicina y para lo cual disponían de numerosos ungüentos, productos de belleza, perfumes, tintes, pomadas, colirios, drogas y aceites para masaje. Soy los medicamenta-aromata a los que las fuentes literarias se refieren, además, con cierto detalle. Y los vidrios por su carácter no poroso o impermeable -que impedía que los contenidos tomaran el sabor del contador-, y por su facilidad de limpieza -no dejando sabores previos una vez limpios- eran, y siguen siendo hoy, el contenedor ideal en el ámbito de la perfumería.

Dentro de los contenedores de perfumes podemos distinguir dos grandes grupos en función de las capacidades: los balsamarios que no permiten una capacidad superior a los 10 ml y los unguentaria que podrían contener hasta 50 ml. En este segundo grupo es donde se enmarca el recipiente de Santomé que además por superar los 10 cm. de altura -14,7 cm- debiera mejor recibir la denominación de frasco o redoma mientras que el término ungüentario -o balsamario- se viene hoy reservando específicamente para los objetos no superiores a 10 cm de altura. En este último caso estaríamos, pues, ante recipientes destinados tan sólo a contener productos relacionados con el cuidado del cuerpo -aseo personal y/o medicina-, mientras que en el caso de los frascos o redomas, como la de Santomé, nos encontramos con piezas que se sitúan a caballo entre el mundo de la cosmética, de la medicina o del servicio de mesa.

Más información en la Pieza del mes de junio de 2004