Piedra de toque. Castro de San Cibrao de Las
En los museos arqueológicos se conservan y se exponen objetos que, en ocasiones, con el paso de los años, acaban con una nueva valoración en cuanto a funcionalidad o significación. Y esta relectura, este avance interpretativo, se produce por la revisión permanente de las colecciones que atesoran, a la luz de los trabajos de investigación y publicaciones más recientes, que recogen tanto nuevos hallazgos semejantes, como innovadoras explicaciones fruto de los avances proporcionados por las nuevas tecnologías y analíticas que en el momento del hallazgo no existían.
Este es el caso de la presente pieza, que estuvo expuesta durante años en el museo arqueológico ourensano, identificada bajo la denominación amplia y general de “colgante”, de la que se sospechaba una función como colgante-amuleto. La relectura actual nos conduce a interpretarla como una piedra de toque, un utensilio indispensable en la determinación de la pureza y consecuente valoración del oro y la plata, nativas o elaboradas, por parte de los orfebres y comerciantes de metales en toda época.