Tortas de fundición. Calvos de Randín
El tesorillo de Calvos de Randín es un conjunto de tortas-lingote de plata de muy alta calidad, de probable importación del sur de España, ocultas en su día, en plena cultura castrexa, entre los años 213 y 88 a.C., con un alto valor económico, con una función primaria vinculada a la orfebrería y una posible secundaria pre-monetaria.
Las primeras noticias de la existencia de un tesoro arqueológico en el ayuntamiento de Calvos de Randín, fueron proporcionadas por el periódico local La Región, que en enero de 1962 se hacía eco del descubrimento fortuíto de un conjunto de 17 tortas de plata maciza de forma ovalada hallado por cuatro obreros. Segun relataron, las piezas estaban ocultas en el interior de una vasija cerámica que se fracturó en el momento apresurado de la recogida, y que estaba protegida por un pequeño molino circular de piedra.
La aparición de este tipo de tortas, en distintos metales, y diversos tamaños es frecuente como forma de acumulación de metal en la prehistoria, desde los momentos iniciales de desarrollo de la metalurgia. En la cultura castrexa, son testimonio de la forma más habitual de almacenamiento de metales nobles para su posible comercialización o para su posterior transformación por el orfebre.