La pieza de este mes, con la que cerramos el año 2011, está representada por un conjunto de elementos de sítulas, entre las que destacan dos prácticamente enteras, procedentes de diferentes campañas y áreas del Conjunto Arqueológico-Natural de Santomé.
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La pieza que hoy nos ocupa es un canto rodado, ovalado, casi circular, de 76 x 67 mm, aplanado, con un grosor máximo de 30 mm y un peso de 202,2 gr. Es de cuarcita gris, de grano fino. Sobre los extremos del eje mayor presenta extracciones, realizadas con percusor duro, dos en cada extremo, en forma de lascas de unos 25-30 mm, asimétricas en uno de ellos, que producen a ambos lados del artefacto unas marcas.
El Museo Arqueolóxico provincial de Ourense tiene una especial dedicación a los documentos relacionados con la propia historia del núcleo donde tiene su sede, hasta el punto de que en su proyecto museológico uno de los ejes de articulación es la historia de la ciudad, junto con la historia del edificio y la del ámbito territorial de la Provincia a lo largo de los tiempos.
El Tratado de Arquitectura de Sebastián Serlio, también conocido como Siete libros de Arquitectura, del que la Biblioteca del Museo Arqueolóxico tiene un ejemplar del Libro Tercero y otro del Libro Primero y Segundo, fue una obra de referencia excepcional para los arquitectos durante siglos.
Esta cruz procesional, realizada en bronce en la segunda mitad del siglo XVI, estaba destinada a cubrir las necesidades cotidianas del culto divino de una feligresía que desconocemos. Sigue el tipo más característico del Renacimiento, en forma de cruz latina de brazos ligeramente abalaustrados y decoración a candelieri. Ingresó en el museo a través de la Comisión Provincial de Monumentos de Ourense.
Esta obra es una de las piezas señeras de la colección de Bellas Artes del Museo y uno de los cuadros más conocidos, reproducidos y apreciados en el conjunto de la producción de su autor, el pintor orensano y miembro de la Generación Doliente, Ramón Parada Justel (1871-1902).
Entre los ricos y variados fondos del Museo figura esta escultura en madera policromada ingresada en el siglo pasado por la Comisión Provincial de Monumentos de Orense para la Sección de Bellas Artes.
El lugar en el que apareció la estela, situado en el límite SW del ayuntamiento de Castrelo do Val, muy próximo a Verín y Monterrei, es conocido como Pedra Alta. El topónimo evidencia que la pieza estuvo hincada e erguida en este lugar desde hace mucho tiempo, probablemente desde época prehistórica.
Dos objetos procedentes de yacimientos arqueológicos diferentes, pero pertenecientes a un mismo contexto cultural y complementarios desde el punto de vista funcional, constituyen la pieza de este mes. Se trata de dos fragmentos de vidrio, uno corresponde a un ungüentario tubular y el otro a un agitador de perfume, ambos relacionados con el mundo de la cosmética y de la fragancia.
El microlito suele ser definido como una pieza de equipamiento de los cazadores de la Europa posglaciar en forma de objetos líticos confeccionados a partir de laminitas, con una dimensión mayor límite, aproximada, de 2,5 cm y que solo pueden tener utilidad enmangados, sobre todo en arpones de pesca y en puntas de flecha.
Presentación de la “Pieza del mes” con la utilización de nuevas tecnoloxías aplicadas a la investigación el viernes día 18 a las 20 h. en la Sala de exposiciones San Francisco en el marco del Día Internacional de los Museos. Entrada libre.
La mirada minuciosa, la amplitud de la perspectiva, el soporte y la técnica empleada son los que nos llevaron a vincular esta obra con la ya presentada Puente de Ourense de Antonio Cendón, firmada, lo que non sucede con esta Vista general de Ourense ni con el otro paisaje urbano de las colecciones del Museo, una Vista de la Catedral con su torre, en el estado anterior a las obras de consolidación, trabajo para el que hizo una proposta el padre de nuestro artista, Juan Cendón.
La colección de armas, formada en los primeros años de vida del Museo por los miembros de la Comisión de Monumentos, muestra, una vez más, la diversidad de sus colecciones y la evolución de los gustos a la hora de crearla
A cista da Forxa y el ajuar que contenía, fue encontrado de manera casual por don Secundino Vieito Tarrazo, vecino del lugar, en una finca de su propiedad en 1995 y depositada en el Museo. Probablemente sea una cista de inhumación y, dadas las dimensiones, el cadáver tendría que estar en posición flexionada. En su interior se recogieron los fragmentos de cuatro recipientes cerámicos de perfil troncocónico y fondo plano; dos conservaban el asa.